Esta victoria climática asegura nuestra prosperidad económica y nuestro bienestar

By Frances Colón

This story was originally published Univisión Noticias on August 16, 2022.

Muchos pensaron que este gran día no llegaría.

Se resignaron a que la poderosa industria de combustibles fósiles, con su control absoluto sobre los políticos y la energía que consumimos, nos impediría tomar acción para enfrentar la emergencia climática que nos aqueja. No los culpo por perder la fe. La batalla por aprobar una ley en el Congreso de Estados Unidos que pudiera desatar una transición permanente a una economía de energía limpia duró décadas.

Pero, por fin, la voz y el voto del pueblo pudieron más que los intereses especiales. La Ley de Reducción de la Inflación transformará la economía del país, ahorrándole dinero a nuestras familias, creando buenos empleos en la industria de energías renovables, y protegiendo nuestro aire, tierra y agua para las generaciones futuras.

La ley es la inversión más grande de la historia en acción climática y con este logro el Presidente Biden cumple su promesa de lidiar, después de años de inacción de parte de Estados Unidos, con la crisis climática. Las medidas llegan en un momento de grave urgencia, ya que de acuerdo con los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU , para frenar los impactos del cambio climático, debemos reducir de inmediato nuestra dependencia de los combustibles fósiles.

Y eso es precisamente lo que se pronostica de las inversiones autorizadas en la nueva ley — que Estados Unidos logre, a través de una nueva economía verde, reducir las emisiones de gases que causan el calentamiento global. Los modelos estiman que con los cambios que propicia la ley, la contaminación disminuiría un 40% para el año 2030, comparado con el 2005, el año de más altas emisiones en el país.

Pero lo genial de este plan no es solo que afronta el reto climático, sino que vamos a beneficiarnos en ahorros, sueldos, y salud durante la transición a energías renovables.

La Ley de Reducción de la Inflación reducirá los costos de energía al hacer que sea más fácil y económico instalar paneles solares, comprar vehículos eléctricos, y hacer mejoras a nuestros hogares, como por ejemplo, comprando electrodomésticos eficientes que nos ayuden a ahorrar energía. La familia promedio gastará $1,025 menos en energía en el 2030 que lo que gastan hoy. Esto es importante ya que el 40% de los hogares que enfrentan retos para pagar las cuentas de energía en Estados Unidos son latinos.

También invierte aproximadamente $60 mil millones en comunidades afectadas para reducir la contaminación, mejorar el acceso a transporte limpio y confiable, y mejorar la salud pública. Según Energy Innovation, las reducciones en la contaminación evitarían 3,900 muertes prematuras y 100,000 ataques de asma para el 2030. Esto beneficia especialmente a las comunidades latinas y afroamericanas, donde la contaminación ha estado concentrada por años.

Por último, se estima que la nueva ley creará más de 9 millones de buenos empleos durante la próxima década. Una vez la energía limpia sea asequible a la clase media y aumente la demanda, veremos como se disparan los trabajos de instalación, manufactura, modernización de la red eléctrica, retroadaptación de edificios y fábricas, y mucho más. Y por primera vez tenemos una ley que vela por los trabajadores. No solo provee fondos de capacitación para la fuerza laboral, si no que exige que para recibir los incentivos de construcción de proyectos nuevos de energía limpia, el desarrollador debe ofrecer sueldos justos.

Cabe resaltar que el acuerdo al que llegaron congresistas demócratas moderados y liberales después de dos años de tira y jala, permite la aprobación de algunos proyectos de combustibles fósiles contaminantes. Esto fue una concesión directa al Senador Manchin, cuyo voto era el último obstáculo que enfrentaban los demócratas para aprobar la ley. Los impactos dañinos de estos proyectos recaerán de manera desproporcionada en comunidades vulnerables y habrá que salir a la calle y las urnas para minimizar su alcance.

Aún así, con la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación, David le ganó a Goliat. Esta victoria significa que podremos reducir costos de energía y acceder a buenos trabajos en la industria de energía limpia mientras reducimos emisiones y protegemos a nuestras familias. El logro demuestra que es falso lo que han dicho muchos detractores a través de los años, que hay que escoger entre salvar el planeta o crecer la economía. Hemos decidido hacer ambas cosas y nuestra comunidad se beneficiará de un futuro más justo, próspero, y limpio.

Dra. Frances Colón es Directora principal de Política Climática Internacional en el Center for American Progress y miembro de la junta de directores del Miami Freedom Project.

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